Según infoceliaco.com, el primer diario online dirigido a los afectados por la enfermedad celíaca, cada vez hay un número más elevado de personas celíacas en España. Se calculan entre un 1 y un 3 por ciento de la población, un tanto por ciento muy alto para una enfermedad.

La enfermedad celíaca es la más común de las afecciones crónicas intestinales y se caracteriza por la intolerancia al gluten. El gluten está presente en el trigo, la cebada, el centeno, el triticale, el kamut, la espelta y la avena. Consecuentemente, la parte de la población que padece esta enfermedad tiene completamente prohibido la ingesta de pan y harinas de trigo, centeno y avena; los bollos, pastas italianas, pastas de sopa, galletas, bizcochos, magdalenas y repostería en general, así como la sémola de trigo y chocolates entre otros.

El único tratamiento que tiene esta enfermedad es llevar de por vida un estricto control de la dieta, quitando de ésta el gluten, un remedio que puede parecer sencillo pero que es realmente complicado, si tenemos en cuenta que el 80% de los alimentos procesados en la Unión Europea (según datos de la Federación de asociaciones de celíacos de España, FACE) contiene gluten.

La FACE está impulsando la utilización de su sello en los restaurantes y hoteles para que estos se identifiquen como un lugar seguro dónde comer. Para ello, los establecimientos deben ofrecer platos, pan y bollería elaborados con los productos para celíacos especificados en el listado de las asociaciones, elaborarlo en un lugar con unos recipientes limpios sin posibilidad de contaminación cruzada, es decir, evitando que el producto para celiacos entre en contacto con cualquier utensilio en el que anteriormente se haya trabajado un producto que pueda contener gluten.

Es evidente que ofrecer un menú o unos productos para celíacos es una nuevo reto para los profesionales de la pastelería, la panadería y la restauración.

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